lunes, 17 de mayo de 2010

Cosas bien hechas

En la imagen, tomada en los Jardines Cristina, conviven tres tipos de farolas. Las de la derecha, (rodeadas en rojo) son de vapor de mercurio. La longitud de onda que emiten sus bombillas blanco-azuladas, interfiere de forma nefasta con la de los objetos débiles del cielo. Aparte de la contaminación lumínica, generan residuos altamente tóxicos. La del centro (rodeada en azul), es la célebre farola esférica o de globo, que pese a estar opacada y tener una lámpara de sodio, no por ello deja de producir un cierto deslumbramiento, incluso en la foto, lo mismo que las anteriores. El Ayuntamiento ha optado por colocar cientos de ellas a mitad de báculo en las luminarias de alumbrado público. Por último, a la izquierda (en verde), farolas de tipo “antiguo” adaptadas. La bombilla, de sodio, permanece oculta en la parte alta del cerramiento siendo su emisión al hemisferio superior nula. Lo mismo sucede con las colocadas ante el Palacio de San Telmo (abajo). Una muestra de que se pueden hacer las cosas bien.

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