miércoles, 11 de enero de 2012

miércoles, 23 de marzo de 2011

La Hora del Planeta 2011

El próximo sábado 26 de marzo de 2011, de 20:30 a 21:30 h., se celebra la Hora del Planeta, nuestro compromiso anual con el Medio Ambiente. Para más información visita el siguiente enlace: http://www.horadelplaneta.es/index.php

viernes, 4 de febrero de 2011

viernes, 14 de enero de 2011

Voluntarios para el cielo oscuro

¿Eres sociable, comunicativo y te gusta hablar en público? ¿Te apasiona la Astronomía y quieres compartir con los demás tus conocimientos? Si has respondido afirmativamente, es probable que esta noticia te interese. El Servicio de Parques Naturales de Estados Unidos (NPS) está buscando a voluntarios cualificados que se comprometan, al menos durante cuatro semanas, en el período de marzo a octubre de 2011, a descubrir a los visitantes las excelencias de los cielos oscuros así como la necesidad de preservarlos de la contaminación lumínica. Estos voluntarios, denominados “Astro VIPS”, dispondrán de vivienda en el propio parque, a menudo en cabañas, y deberán cumplir un horario de 32 horas semanales a cambio de lo cual percibirán una pequeña cantidad, más simbólica que otra cosa, como compensación a su entrega. Para ampliar información visitad el enlace, en inglés, http://www.nature.nps.gov/air/lightscapes/astroVIP/

jueves, 13 de enero de 2011

Imagen tomada desde la Estación espacial. La zona de mayor resplandor corresponde al área metropolitana de El Cairo aunque puede verse fácilmente el discurrir del Nilo por los núcleos de población asentados en sus márgenes.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Luz ...... a la vista¡¡¡

Este es el tremendo resplandor que emite Sevilla capital observada a más de 40 kms. de distancia; en concreto, desde las inmediaciones de El Castillo de las Guardas. Los núcleos habitados son la mayor fuente de contaminación lumínica no solo por la cantidad de luz malgastada que es emitida hacia el cielo, sino también por las grandes distancias a que es perceptible. (Foto: cortesía de su autor).
Más imágenes de Felipe Gallego: http://picasaweb.google.com/felgari

miércoles, 8 de diciembre de 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sol de medianoche.

Durante la plantada de telescopios del Alamillo, con motivo de las III Jornadas, tuvimos con nosotros casi otro Sol, al menos brillaba más que todas las estrellas y la Luna juntas: era la máquina del agua.

lunes, 18 de octubre de 2010

III Jornadas del Alamillo

Se han celebrado, durante los días 15, 16 y 17 de Octubre 2010, las III Jornadas Astronómicas del Parque del Alamillo, que organiza la Agrupación Astronómica Albireo, de Sevilla. A lo largo de estos tres días ha habido exposiciones, conferencias, actividades para niños y una "plantada de telescopios" en la que los aficionados y público en general han podido contemplar la Luna en cuarto creciente; Júpiter y sus satélites y algunos objetos de cielo profundo a través de la mano experta de los miembros de esta veterana Agrupación. La contaminación lumínica no permitió ver a simple vista demasiadas estrellas pero no pudo empañar en entusiasmo de los que allí nos congregamos. Unas Jornadas espléndidamente organizadas a las que ha contribuido el buen tiempo y unas noches suaves, típicamente otoñales.
En las imágenes, el resplandor de Sevilla capital al que se sumó el de la Luna, y asistentes esperando pacientemente para observarla a través de uno de los telescopios.

domingo, 22 de agosto de 2010

Sevilla

Espectacular panorámica nocturna de Sevilla tomada desde la localidad de Camas.

miércoles, 21 de julio de 2010

Una visita a La Cárcava

Si queremos disfrutar de una puesta de sol espectacular en un horizonte despejado y limpio donde poder mirar a lo lejos, un buen sitio para hacerlo es el mirador de la Cárcava, en Benacazón, distante algo más de 20 km. de Sevilla capital, por autovía.
El pasado día 15 de julio de 2010 allí nos fuimos otro compañero y yo a contemplar un alineamiento de planetas tal y como auguraban las efemérides: Venus, Marte y Saturno serían visibles tras la puesta de sol junto con la Luna creciente. Y, efectivamente, allí estaban puntuales a la cita, aunque el brillo de Marte y Saturno no estuviese a la altura de lo esperado; no así el de Venus cuyo fulgor lo hacía inconfundible. Incluso, afinando la vista podía verse Mercurio como un puntito diminuto medio oculto entre la variedad de rojos y anaranjados del horizonte.
Habría que esperar a que avanzase el crepúsculo y aumentase la oscuridad para que Marte y Saturno tomasen algo más de presencia aunque no llegaron a resaltar de forma especial durante toda la velada.
Una noche típica de verano, con temperatura ideal y una brisa variable que en algunos momentos se convertía en ráfagas y que nos hizo temer por la estabilidad de los trípodes sobre los que habíamos montado las cámaras.
Si hubiera que ponerle algún pero al lugar sería la fuerte contaminación lumínica que provocan las luces del polígono situado al frente, tras la autovía de Huelva, y que a medida que la oscuridad aumenta se va haciendo más patente llegando a producir mucho deslumbramiento. Lo que más contamina son las naves de Mercadona. Esto invalida el lugar para realizar trabajos de cielo profundo. Lástima.
Ahora que parece estar poniéndose de moda el turismo astronómico este lugar hubiera podido ser un buen enclave para permitirnos la contemplación del cielo, no muy lejos de Sevilla. Habría bastado, una vez más, una mínima previsión para adaptar desde el principio el alumbrado del polígono.
A nuestras espaldas, un hongo luminoso indicaba la dirección de la capital y de algunas de las localidades más importantes del Aljarafe.
Pese a ello, la MALE obtenida tomando como referencia tres constelaciones cenitales alcanzaba el valor de 5; no está mal para un lugar afectado por tanta claridad.
Decir que el acceso desde el pueblo de Benacazón hasta el propio mirador –unos dos kilómetros-, es un camino de tierra en bastante mal estado, con algunas partes plagadas de baches y piedras salientes no muy apto para neumáticos en mal estado.

viernes, 25 de junio de 2010

Este es el extraño aspecto que muestran las farolas instaladas en el Puente de San Telmo y en el de los Remedios. Es de imaginar que ha prevalecido más el interés por el diseño que por la adaptación. Las emisiones al hemisferio superior son muy elevadas. Viene a ser algo parecido a las farolas esféricas de toda la vida sólo que con otra forma. No se comprende cómo el Ayuntamiento sigue instalando este tipo de luminarias.

lunes, 7 de junio de 2010

Contrastes

La impecable adaptación del alumbrado público en la calle San Fernando contrasta vivamente con la de otros edificios circundantes. En la imagen un conocido restaurante de nuestra ciudad.

lunes, 17 de mayo de 2010

Cosas bien hechas

En la imagen, tomada en los Jardines Cristina, conviven tres tipos de farolas. Las de la derecha, (rodeadas en rojo) son de vapor de mercurio. La longitud de onda que emiten sus bombillas blanco-azuladas, interfiere de forma nefasta con la de los objetos débiles del cielo. Aparte de la contaminación lumínica, generan residuos altamente tóxicos. La del centro (rodeada en azul), es la célebre farola esférica o de globo, que pese a estar opacada y tener una lámpara de sodio, no por ello deja de producir un cierto deslumbramiento, incluso en la foto, lo mismo que las anteriores. El Ayuntamiento ha optado por colocar cientos de ellas a mitad de báculo en las luminarias de alumbrado público. Por último, a la izquierda (en verde), farolas de tipo “antiguo” adaptadas. La bombilla, de sodio, permanece oculta en la parte alta del cerramiento siendo su emisión al hemisferio superior nula. Lo mismo sucede con las colocadas ante el Palacio de San Telmo (abajo). Una muestra de que se pueden hacer las cosas bien.

martes, 4 de mayo de 2010

Turismo astronómico

No todo está perdido. Esa triste sensación que experimentamos los aficionados a la Astronomía de que los cielos oscuros y transparentes se han perdido irremisiblemente y para siempre, puede no ser cierta del todo.
Gracias a la iniciativa de algunos países, incluida España aunque nos cueste creerlo, se cuenta con la oportunidad de practicar lo que se ha venido en denominar turismo astronómico, una actividad que va ganando adeptos en el mundo y que consiste en desplazarse a unos lugares específicamente preservados con el fin de encontrar cielos oscuros, sin contaminación lumínica y con una atmósfera transparente que permita deleitarse en la contemplación del cielo estrellado.
Como en muchas cosas, Estados Unidos fue el pionero en este tipo de entornos. El Natural Bridges National Monument, http://www.nps.gov/nabr/parknews/news040507.htm en el estado de Utah, y el Cherry Springs State Park, http://www.dcnr.state.pa.us/stateparks/parks/cherrysprings/cherrysprings_darkskies.aspx en el de Pennsylvania, son dos muestras significativas de lo que puede lograrse con una buena gestión de los recursos naturales.
Natural Bridges es uno de los parques nacionales más oscuros del país de acuerdo a un estudio global de calidad del cielo nocturno realizado por el Servicio de Parques Nacionales. Tan oscuro que puede encuadrarse en la clase II de la escala de Bortle, documentado por el propio Observatorio Naval de los EE.UU. en Flagstaff, Arizona.
Para lograrlo se han tenido que cambiar el 80% de las luminarias adaptándolas en intensidad y en orientación para que únicamente iluminen allí donde realmente hace falta (lo que debería hacerse en cualquier lugar del planeta) y no sobrepasando los 13W de potencia. La propia climatología del lugar, con un clima seco, propicia noches claras y transparentes la mayor parte del año.
Los beneficios van más allá que la simple contemplación. Parques Naturales ha reducido sus costes de funcionamiento y uso de la energía mediante la mejora de su iluminación exterior, creando un mejor hábitat para la fauna nocturna, y mejorando la visibilidad y la seguridad en la noche.
Cherry Spings, es el segundo Parque internacional de cielo oscuro. Por su latitud ofrece una vista privilegiada del centro galáctico, el tráfico aéreo es mínimo y posibilita la observación de 360º de horizonte. Toda la luz blanca del parque se ha convertido en roja.
En Europa, tenemos un exponente parecido en Escocia. El Galloway Forest Park, http://www.forestry.gov.uk/gallowayforestpark rodeado por 300 kilómetros cuadrados de páramos, bosques y lagos.
Y en España, la Isla de la Palma, en Canarias, sin alcanzar el grado de sofisticación de las instalaciones americanas, ha inaugurado recientemente dos senderos cósmicos que permiten la contemplación del cielo a lo largo de un recorrido perfectamente balizado.
¿Veremos algo parecido algún día en la Península? De momento todo parece indicar que no, pero quien sabe. Quizás en un futuro próximo alguna autonomía se interese por esta cuestión y fomente no sólo la recuperación seria de nuestros cielos, sino la práctica de una actividad tan edificante como el turismo astronómico.

domingo, 2 de mayo de 2010

Veo, veo ...

Como si de un acontecimiento deportivo se tratase, estos diez potentes proyectores tienen la única y exclusiva misión de hacer que se vea desde una gran distancia este cartel publicitario. Al estar casi totalmente dirigidos hacia arriba, la mayor parte de su luz escapa hacia el cielo. El resto es reflejada.

miércoles, 28 de abril de 2010

Noche de las Estrellas 2010

El pasado 17 de abril de 2010 ha tenido lugar, por segundo año consecutivo, lo que ha venido en llamarse la Noche de las Estrellas, una fiesta dedicada a la astronomía y a la defensa del medio ambiente en la que particulares e instituciones se comprometieron a apagar durante una hora las luces eléctricas dando así un respiro al planeta. Si bien la convocatoria del año 2009 transcurrió con más pena que gloria, los resultados obtenidos este año se han presentado bastante prometedores.

Han secundado la iniciativa más de 4.000 ciudades de 125 países (37 más que en 2009), 26 capitales del mundo y 1.387 monumentos y edificios emblemáticos. Más de mil millones de personas de todo el mundo participaron ese día en la mayor campaña de sensibilización contra el cambio climático. La masiva participación pública y la presencia multitudinaria de millones de personas en las calles, confirman que La Hora del Planeta se ha instaurado ya en el mundo como el movimiento ciudadano de referencia y símbolo de la lucha contra cambio climático.

La Hora del Planeta comenzó por la mañana, hora española, en las islas Chatman (Nueva Zelanda) y culminó en las islas Cook, después de haber pasado por los 24 husos horarios. Como novedad, la Antártida se ha unido también este año, de forma que los seis continentes participaron en el mayor movimiento global en defensa del planeta.

Entre otros cientos de edificios y monumentos que apagaron sus luces estuvieron la puerta de Brandemburgo de Berlín, el Museo de Historia Natural de Londres, la torre Eiffel de París, el Museo de la Paz de Hiroshima, el Empire State de Nueva York o el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa de Dubai.

En nuestro país, más de 200 ciudades no sólo se inscribieron en la campaña y apagaron sus monumentos y edificios, sino que unos 6 millones de personas dejaron a oscuras sus casas, es decir, el 10% de los hogares; unos 20.000 ciudadanos salieron a las calles para celebrar en penumbra la fiesta del planeta. Valencia fue la Comunidad Autónoma con más participación de Ayuntamientos. Andalucía ocupó el segundo lugar con 28.

En Sevilla, permanecieron en la oscuridad el puente de El Alamillo y la Torre del Oro. Se desconocen los datos de participación de las asociaciones de aficionados a la Astronomía, pero ha sido una buena ocasión para sumarnos y reivindicar aquello por lo que llevamos luchando muchos años: unos cielos limpios, oscuros y transparentes que nos devuelvan la contemplación de las estrellas. Entristece un poco el comprobar, tras un somero sondeo por las webs de agrupaciones astronómicas amateurs españolas, que ninguna se ha hecho eco del evento.

Algunas de las entidades participantes:

- Los museos de El Prado, el Reina Sofía.

- Barcelona con la Sagrada Familia y los principales monumentos de la ciudad.

- Granada con La Alhambra y el Generalife.

- La Corporación RTVE apagó Torrespaña (el emblemático "Pirulí") y se unió públicamente a través de sus informativos del 27-M.

- El Real Madrid apagó las luces del estadio Santiago Bernabeu.

- Andorra se sumó a la Hora del Planeta.

- El Instituto Cervantes se sumó a la campaña y recomendó a todos sus centros en el extranjero apagar las luces durante La Hora del Planeta.

- El Valencia Club de Fútbol S.A se unió a la campaña difundiendo el mensaje y desplegando una lona sobre el terreno de juego.

- La Ciudad Prohibida de China apagó sus luces durante La Hora del Planeta.

- El PP y PSOE envían su carta de adhesión a La Hora del Planeta y se comprometen a difundir.

- El grupo VIPS apagó todos los luminosos de sus establecimientos.

- La Sede del Parlamento Europeo (Castellana, Madrid) apagó sus luces durante la Hora del Planeta.

- Todas las oficinas de Correos se suman a la Hora del Planeta.

- Paradores de Turismo apagó las fachadas de los 93 Paradores de España.

- Patrimonio Nacional apagó las luces de los principales monumentos.

- IKEA se suma por primera primera vez a la campaña.

- El Ministerio de Medio Ambiente y Medio rural y Marino se une a La Hora del Planeta.

miércoles, 21 de abril de 2010

Imágenes

Obras civiles invariablemente iluminadas de abajo arriba.

miércoles, 3 de febrero de 2010

En 15 años

Fotos: Consejería de Medio Ambiente (Junta de Andalucía)

martes, 2 de febrero de 2010

domingo, 6 de diciembre de 2009

Sobreiluminación

Hotel Macarena, en Sevilla. Ejemplo de sobreiluminación contaminante. Abajo, detalle.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Hablamos de lo mismo?

Diario de Sevilla, 2-11-2008.
Alumbrado Público ignora el proyecto de cambio de farolas que anunció el alcalde.
La Delegación municipal de Infraestructuras dice que sólo se prevén medidas de ahorro.
El departamento encargado del alumbrado público de la Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Ayuntamiento de Sevilla aseguró ayer que no tiene constancia del proyecto de sustitución de farolas murales de una gran parte de las calles del centro de la ciudad, anunciado la pasada precampaña electoral para los comicios municipales por el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. Fuentes municipales adscritas a la delegación señalaron a Europa Press que, casi un año después del anuncio, "no existe" ningún tipo de proyecto y que, en este sentido, las únicas actuaciones que se prevén en lo que se refiere a cambios de estética de alumbrado público están vinculadas al plan de ahorro energético.

domingo, 26 de octubre de 2008

Sevilla como referente

El Ayuntamiento de Sevilla destina unos 5,2 millones de euros al año para el mantenimiento del alumbrado público de la ciudad, lo que supone un gasto medio diario de 14.000 euros.
Existen un total de 66.000 lámparas que iluminan la capital y que el consumo eléctrico de las 69 fuentes con recirculación de agua supone un gasto mensual de 15.000 euros.
En palabras de hace algún tiempo del responsable municipal de Infraestructuras para la Sostenibilidad, el objetivo principal es hacer de Sevilla "un referente en la lucha por la sostenibilidad así como paliar los efectos más negativos del cambio climático".
Ojalá en un futuro próximo seamos un ejemplo a seguir (esto, de momento. lo dice el autor del blog)

sábado, 25 de octubre de 2008

¿Volveremos a ver las estrellas?

Parece ser que algo empieza a cambiar en nuestra ciudad en relación con la contaminación lumínica. Al menos, en lo relativo a la sensibilidad de los órganos municipales. Puede que la actual crisis mundial haya tenido mucho que ver; puede ser que algo se esté moviendo en las conciencias de los gobernantes después de escuchar durante años –como quien clama en el desierto-, a ecologistas y astrónomos reivindicar la preservación del medio ambiente y de unos cielos limpios y desprovistos de contaminación luminosa que permitiera la contemplación de las estrellas.
En esa línea parece que van las últimas actuaciones del Ayuntamiento aunque acostumbrados a ver cómo iniciativas prometedoras caen al poco tiempo en el desinterés o en el olvido, habrá que tomarlo con cautela hasta tanto no empiecen a verse resultados palpables.
El Ayuntamiento ha decidido ponerse las pilas en la erradicación paulatina de tanta y tanta farola contaminante, antieconómica y de escaso rendimiento. Unas veces por el propio diseño, más pensadas para quedar bonitas u originales que para alumbrar con acierto. Otras porque cada uno ha colocado lo que le ha parecido yéndose como es natural a aquellos elementos luminosos más económicos aunque poco rentables a largo plazo. La etapa del “todo vale” pudiera estar tocando a su fin y la apuesta por la racionalización a la hora de iluminar he comenzado a implantarse. Queremos creer que así es.
El Consistorio, a través de su Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad, ha iniciado un plan, que se llevará a cabo a través de nueve programas, cuya finalidad es reducir el consumo energético del alumbrado público. Tres de estos programas se han puesto en marcha en la zona sur de la ciudad.
Objetivo final: reducir el consumo de energía en 264.000 kW por hora, que, traducido en dinero, supone un ahorro de 30.000 Euros anuales.
Primer plan: sustitución de globos (los menos eficientes), por luminarias con reflector interior. Está ejecutado al 91 por ciento de su presupuesto.
Se han sustituido 141 luminarias tipo globo, en 16 calles. Se busca la reducción de la contaminación lumínica al limitar la emisión de luz a la atmósfera. De esta manera, se ha reducido una media de 59 watios por lámpara, lo que supone una reducción de 35.159 kW por hora del consumo energético.
Segundo plan: cambio de lámparas de vapor de mercurio por otras de vapor de sodio de menor potencia. Ejecutado al 90 por ciento de su presupuesto. Se pretende la reducción del consumo energético mediante el cambio de lámparas por otras de menor consumo. También y muy importante, eliminar la presencia de mercurio en el alumbrado público, por el alto nivel contaminante de sus residuos.
Se han sustituido 570 lámparas de vapor de mercurio por lámparas de vapor de sodio, resultando una reducción de 43.085 watios de potencia instalada. Se ha pasado de una potencia media de 202,3 a 126,8 watios por lámpara. Esto supondrá un ahorro del 37,3 por ciento del consumo energético de las mismas, exactamente 182.508 kW a la hora --20.000 euros anuales--. El tercer programa del plan de ahorro energético es el relativo al cambio de luminarias abiertas por otras cerradas de mayor rendimiento. Mayor reducción de potencia y tipo de lámparas. Ejecutado al 52 por ciento de su presupuesto. Su objetivo es preservar la luminosidad de la lámpara evitando que penetre la suciedad en su interior.
En este sentido, se han sustituido 68 luminarias, resultando una reducción de 6.600 watios de potencia instalada y pasándose de una potencia media de 235,3 a 138,2 watios por lámpara. Supondrá un ahorro del 41,2 por ciento del consumo energético de estas lámparas, exactamente 27.958 kW por hora.
Estos datos corresponden a la ejecución de tres de los 15 expedientes que se han elaborado para el presupuesto 2008, mientras que, de los restantes, seis se adjudicaron el pasado 8 de octubre por valor de 600.000 euros para actuar sobre 2.300 luminarias, tres serán adjudicados en los próximos días y tres están en proceso de licitación, todos los cuales tienen un presupuesto cercano a los dos millones de euros.
Por tanto, el Ayuntamiento hispalense ha actuado sobre 946 lámparas y 209 luminarias; ha sustituido 737 lámparas de vapor de mercurio por lámparas de vapor de sodio; ha reducido una media de 52 watios por lámpara y el consumo energético en 264.772 kW por hora, unos 30.000 euros anuales.
Según el director de Infraestructuras para la Sostenibilidad, la intención es que estos tres programas estén ejecutados al 100 por cien entre finales del próximo año y principios de 2010. Seguiremos al tanto.

domingo, 22 de julio de 2007

¿Cómo las cuento?

Para el que no esté acostumbrado a observar las estrellas, el mirar hacia arriba en una noche oscura puede producirle un pequeño desconcierto entre los cientos –quizás miles-, de puntos luminosos que brillan con diferente intensidad al parecer sin orden aparente. Es tal la amalgama de estrellas que parece que se hubieran esparcido caprichosamente por el firmamento. A veces no hay forma de saber cuáles pertenecen a una constelación y cuáles no; es más, en ocasiones, nos cuesta encontrar la propia constelación, aunque este tipo de cielos cada vez es más infrecuente.

Por eso, desde la antigüedad, los pueblos primitivos trataron de poner un poco de orden entre este lío de astros y así hacer más fácil su identificación y aplicación práctica a aspectos tan simples de la vida cotidiana como saber la fecha exacta de la aparición de un astro en el horizonte tras meses de ausencia y así determinar el comienzo de las labores agrícolas o poder situarse en la noche en mitad del océano.

Sin embargo, las personas no avezadas en una contemplación metódica del cielo no deben dejarse desbordar por esta circunstancia. Con un mínimo de paciencia (y afición) en poco tiempo seremos capaces de orientarnos y de saber cuáles son las constelaciones más famosas, las que pueden ser vistas durante cada estación y cuáles recorren día a día el firmamento hasta perderse por el horizonte oeste durante unos meses.

No es la finalidad de estas líneas llevar a cabo un tratado en profundidad de las constelaciones, sus orígenes y denominación; para ello existen en la red infinidad de páginas, algunas excelentes, que cumplen ese cometido, por lo que dejamos a la curiosidad de cada uno el ahondar en ello. Aquí, simplemente vamos a ver el aspecto práctico a la hora de servirnos de ellas para calcular la calidad del cielo del lugar en que nos encontremos y en última instancia contribuir a hacer un modesto seguimiento del deterioro que éste pueda ir sufriendo con el paso del tiempo; por desgracia, algo frecuente en estos últimos años y en cuya defensa debemos sentirnos implicados todos aquellos que no sólo amamos la astronomía, sino el medio ambiente en general y luchamos en la defensa del entorno que nos rodea que habremos de legar a generaciones futuras.

Más o menos todo el mundo sabe que el cielo no presenta el mismo aspecto todas las noches del año. Las estrellas, aparentemente se van adelantando unos minutos cada día y al cabo de unas semanas han progresado en el cielo de tal manera que las que despuntaban por el horizonte al anochecer han tomado una considerable altura. Sería muy aburrido que el cielo fuese igual todas las noches.

Por tanto, para calcular la magnitud límite estelar (MALE) que somos capaces de vislumbrar desde nuestra casa o cualquier otro lugar, deberemos buscar qué constelaciones son visibles esa noche lo más cercanas al cenit y posteriormente buscar cuáles son las zonas que hemos de tomar como referencia. Se recomienda extraer los datos de las más cercanas a nuestra vertical para evitar, en lo posible, la interferencia de las luces del alumbrado público o incluso de la Luna, aunque las noches con Luna no es aconsejable tomar mediciones pues su brillo lo más seguro que desvirtuará los resultados.

Poniendo un ejemplo: para mediados del mes de julio, en cualquier carta celeste o página web de efemérides veremos que hacia la medianoche las constelaciones que estarán próximas al cenit son: Hércules, la Lira y el Dragón.

Yéndonos a la tabla de las zonas Male (30 en total) que podemos encontrar aquí http://www.imo.net/node/892

habrá que buscar las zonas referidas a ellas, normalmente de igual o parecida denominación. En este caso la zona 13 (Hércules-Lira) y la 15 (Hércules-Dragón). A veces las zonas se constituyen a caballo entre más de una constelación, como en este caso.

Es aconsejable imprimirlas y tenerlas a mano hasta tanto no nos las sepamos de memoria.

Identificamos sobre el papel la zona y tratamos de trasladarla al cielo teniendo cuidado de no confundir las estrellas porque algunas son débiles y cuesta encontrarlas o están rodeadas de otras de similar brillo y pueden inducir a error. Hay que contar también las de los vértices de la figura, hecho que suele olvidarse a menudo.

Si estamos en la ciudad, lo más probable es que no contemos más que unas pocas estrellas. En un entorno más oscuro, y si concedemos a la vista el tiempo natural de adaptación que ronda entre los quince y veinte minutos, nos daremos cuenta que aparecen muchas más, algunas en el límite de lo que nuestros ojos son capaces de ver. Incluso aparecerán y desaparecerán. En estos casos difíciles suele recurrirse a la visión lateral, es decir, desviando mínimamente la dirección de nuestra visual hacia un punto cercano al objeto que queremos observar.

Contamos y anotamos. Ya no nos queda nada más que reducir los datos. Reducir quiere decir que con los datos obtenidos hemos de entrar en las tablas y ver, según el número de estrellas contadas, qué magnitud le corresponde. Las tablas aparecen en la misma página citada líneas más arriba.

Es decir, que si en la zona 13 (Lira-Hércules) hemos contado 6 estrellas, por las tablas obtenemos una reducción de 4,98. Siempre es aconsejable tomar datos de dos o tres zonas y hacer el promedio. El valor final obtenido es el de la magnitud límite visual para ese lugar y ese día.

¿Esto es una ciencia exacta? Pues no. Al depender de factores tan variables como la calidad del cielo, de la humedad relativa del aire, de la agudeza visual de cada uno o la fatiga tras un tiempo prolongado de observación, los resultados no son absolutos y puede darse el caso de que dos observadores en el mismo lugar y día obtengan resultados diferentes. Pero sí ofrece la suficiente fiabilidad como para obtener un valor muy aproximado de hasta dónde podemos llegar a simple vista en nuestro cielo local.

Y a partir de aquí, cada uno puede profundizar todo lo que le apetezca. Desde establecer la Male por meses hasta la Male por cada estación del año o sacar el promedio anual de nuestro sitio habitual de observación.

En cualquier caso, es imprescindible respetar siempre un protocolo como el que -a modo de sugerencia-, se cita a continuación:

1 - Dar inicio a la sesión una vez finalizado el crepúsculo astronómico que determina el comienzo de la noche cerrada.

2 - Respetar un tiempo mínimo de adaptación visual de, al menos, quince minutos, especialmente en lugares de cielo oscuro. Si son veinte, mejor, pues es lo mínimo que el ojo necesita para una adaptación aceptable. Algunos observadores recomiendan media hora aunque eso queda al criterio de cada uno. En la ciudad, sobre todo si el alumbrado público incide en nuestra visión, puede obviarse este paso.

3 - Aconsejable una grabadora. El lápiz y papel nos hará encender la linterna y siempre produce algo de deslumbramiento que nos restará sensibilidad visual.

4 - Registrar cada día datos relativos a la fecha, hora, lugar, hora de comienzo, hora de finalización, temperatura, humedad relativa y viento del lugar, así como la posible nubosidad, así como cualquier otro dato que se estime relevante.

5 - Programación previa con cartas impresas y sabiendo qué vamos a observar.

6 - Linterna roja para consulta de cartas. De la más baja intensidad posible.

7 - Despreciar los datos obtenidos con una humedad relativa superior al 60%.

8 - Evitar noches con nubes altas que formen velos y resten transparencia.

9 - Buscar noches sin Luna o al menos, suspender la toma de datos una hora antes de su orto o hasta un intervalo similar desde su ocaso.

10 - Se deben escoger las zonas lo más próximas al cenit posibles. Si esto no es viable, al menos siempre por encima de los 45º de altura sobre el horizonte.

11 - Descansar tras un período prolongado de conteo. La fatiga visual nos hará ver estrellas donde no las hay.

12 - No “inflar” los resultados. Obtendremos datos erróneos. Sed honestos con vosotros mismos, se supone que estamos haciendo un trabajo científico.

13 - Ya sólo nos queda contar y anotar. Si estamos cansados, podemos dejar las tareas de reducción para el día siguiente.

viernes, 22 de junio de 2007

¿Cómo andamos de vista?

La galaxia M33, en la Constelación de El Triángulo, dicen que es un indicador clave de las condiciones de cielo. Un observador situado en un sitio totalmente oscuro y con la vista adaptada debería ser capaz de descubrirlo sin problema (pincha en la imagen para agrandar).
Para aquellos que no se defiendan muy bien en cuanto a las constelaciones, el Triángulo es visible durante el mes de julio a media altura, por el horizonte este (en dirección a donde sale el sol todos los días). Si lo queremos ver en mejores condiciones habremos de esperar a mediados de agosto en que estará alcanzando el cénit, eso sí, en ambos casos, a una hora cercana a las cinco de la mañana. Pero si estamos en algún lugar donde los cielos son oscuros, no debemos dejar de intentarlo, porque, en esas horas previas al alba estival, el cielo es impresionante.
Entra en este enlace para conocer las escalas que se utilizan para determinar la calidad del cielo

Desde el espacio

Casi todo el mundo conoce esta foto. Muestra el aspecto que tiene la Península Ibérica vista desde un satélite. No es difícil situar las principales ciudades en base a la fuerte contaminación lumínica que generan, pero llama especialmente la atención la sucesión casi ininterrumpida de luces desde Gibraltar hasta los Pirineos. Toda esa energía se pierde en el cielo. Si algún UFO despistado nos observase desde el espacio pensaría que estamos de fiesta permanente.

domingo, 17 de junio de 2007

Defendiéndonos de la luz

La intrusión lumínica es otro efecto derivado de la excesiva iluminación. La luz entra en las casas impidiendo la vida normal y el descanso. Impidámoslo. Solicitemos a nuestros ayuntamientos la adaptación de las farolas. Está en juego nuestra salud.

sábado, 16 de junio de 2007

Es muy corriente, en las ciudades monumentales -y Sevilla es un claro exponente-, iluminar los monumentos de abajo arriba al revés de cómo debería hacerse. Una gran parte de la potencia lumínica empleada no sirve para nada, únicamente para perturbar la oscuridad nocturna. La Giralda es un ejemplo de este tipo de iluminación.

Esta es la intensa c.l. que puede verse en el entorno del Peñón de Gibraltar. Potentes focos iluminando hacia arriba. El hongo luminoso se ve desde kilómetros de distancia. En primer plano, dos farolas globo sin opacar, muy corrientes en los alumbrados públicos de parques, calles y urbanizaciones. El derroche energético personificado.

Cosas de la Luna

Todo aficionado a la Astronomía sabe que las vacaciones de Semana Santa son las peores desde el punto de vista observacional. Al tratarse de una fiesta lunar, la presencia de nuestro satélite en esas noches es inevitable. Siempre hay Luna llena en Semana Santa. Por tanto, salvo que lo que queramos sea observarla, no nos queda más remedio que esperar a noches mejores o jugar al escondite con ella. Tenemos a nuestro favor la circunstancia de que cada año el día de Luna llena varía, por lo que si nos valemos de unas efemérides fiables podremos saber qué días dispondremos de un par de horas, quizás hasta tres, desde el crepúsculo astronómico al orto lunar que nos permitan realizar observaciones o toma de datos MALE. Durante el año 2007, la Luna llena tuvo lugar el 2 de abril (Lunes santo). Si contamos con el retardo diario que hace que su salida se produzca unos minutos más tarde que el anterior, veremos que cada noche ésta nos concede un mayor magen para observar, al contrario que si la fase de llena se produjese al final de la Semana (jueves o viernes), en cuyo caso su orto tendrá lugar al anochecer y su puesta no se producirá hasta instantes próximos al alba llenando las noches de una desbordante claridad. El próximo año 2008 la Luna llena tendrá lugar el viernes, 21 de marzo, a las 18:40 (UT), momento poco favorable en base a lo comentado anteriormente. Por tanto, quienes vayan al campo o a la playa con la intención de mirar las estrellas que sepan que la Luna no les va a dar ni un respiro. Tampoco tendremos suerte el 2009, en que tendrá lugar el jueves, 9 de abril.

lunes, 4 de junio de 2007

Feria de luces

Según estudios realizados por la Universidad Politécnica de Cataluña, la Feria de Sevilla es un ejemplo claro de contaminación lumínica. Las 370.000 bombillas de la iluminación podrían reducirse a la mitad con el consiguiente ahorro energético, reducción gases efecto invernadero, CO2, euros, sin que el recinto perdiera en calidad de iluminación, ya que se trataría de evitar la luz que se proyectase hacia arriba. Por otra parte, Valencia es una de las ciudades españolas en las que la contaminación es más elevada, mientras que la isla de La Palma un ejemplo de adaptación racional del alumbrado público en armonía con el respeto al medio ambiente. En este caso se demuestra además que un alumbrado respetuoso con el entorno no es incompatible con el turismo e incluso le beneficia, ya que muchos turistas acuden a esta isla canaria a ver las estrellas.

Pero ... ¿existen las estrellas?

La contaminación lumínica nos afecta a todos. De forma especialmente negativa a los que vivimos en las grandes ciudades. En realidad, contemplar el cielo por las noches se está poniendo muy difícil porque no sólo influye de forma determinante la luz que se "escapa" de nuestra vida cotidiana, sino también otros factores aparentemente inofensivos como la claridad reflejada por el propio suelo; la mala calidad del aire que respiramos (verdadero hervidero de agentes contaminantes que hacen peligrar nuestra propia salud); la humedad del momento, etc. Pocos habrán sido los aficionados que no hayan soñado alguna vez con ese cielo ideal absolutamente negro, donde cueste distinguir los objetos que tenemos alrededor; donde no haya un solo atisbo de luz en los trescientos sesenta grados del horizonte; donde la luz del alumbrado público sea tan impensable como remota, donde únicamente llegue a nuestros ojos ávidos de emociones celestes la tenue luz de los cientos, miles de estrellas en muda compañía sobre nosotros. Pensar en esos lugares utópicos, de los que deben de quedar pocos en el planeta, nos llevará a la conclusión de que no nos queda más remedio que adaptarnos a lo que tenemos en nuestra ciudad, que no es otra cosa que un cielo sin relieve, la mayoría de las noches ligeramente anaranjado y en el que casi siempre nos será difícil identificar constelaciones o situar dentro de ellas una solitaria estrella. El propio brillo del cielo actuará como una barrera que reducirá el número de objetos visibles a partir de una determinda magnitud, la MALE (magnitud límite visual) y que en ciudades como Sevilla puede ser inferior a 50 estrellas desde el casco urbano o, hablando de magnitudes, algo más de la magnitud 3.
En el mes de abril de 2007, la MALE obtenida sobre Sevilla ha sido de 3,26.